Historia de un sábado de mayo en Barcelona

 Para todos aquellos que no conozcan Barcelona, una recomendación: visitadla ya!. Estamos en mayo, la primavera parece haberse acomodado definitivamente en la ciudad, mientras las Ramblas burbujean de gente paseando... os aseguro que quien ha vivido toda la vida cerca del mar, no lo cambia por nada!.

Eran las nueve de la mañana cuando empezamos nuestro recorrido especial, quedamos  en el Mercat de la Boqueria, digno representante de la ciudad, lleno de vida, olores, sabores y colores.

Un grupo de personas de mente inquieta esperamos a Iker, el chef que hoy nos iba a hacer de cicerón en este gran mercado de abastos. Recorremos las diferentes paradas en busca de los ingredientes necesarios para el menú que posteriormente elaborariamos:  Tataki de ternera, pizza y helado ficticio de chocolate.

Entre parada y parada, Iker nos da unas breves lecciones de cocina según cada producto (me gustó tu libro de salsas, el próximo en mi biblioteca... tus congelados!), trabajar con profesionales no tiene precio, al menos es mi opinión. Iker es un cocinero joven pero sobrado de experiencia, escucharlo fue instructivo.

Cuando ya recogimos todos los ingredientes necesarios y tras detenernos en una cafeteria a confraternizar y compartir vivencias, nos dirigimos al estudio fotográfico de Becky Lawton, fotógrafa reconocida de restauración. De Becky sólo diré una palabra, creo que con ella resumiré lo que pienso de esta profesional: Impresionante...
Simplemente, ya que cuando estás frente a profesionales de su talla, esto se hace evidente rápidamente. Tanto ella como sus compañeros de estudio destilan imaginación, profesionalidad y gusto por su trabajo. Tres platos elaborados por Iker, plasmados en imágenes por Becky para poder disfrutarlos de por vida...
...recuerdo mis inicios con una cámara de fotos, aquella sensación de detener el tiempo en un papel, entre grises, blancos y negros... los olores a revelador, baño de paro y fijador, luces rojas y por fín...las imágenes buscadas con pasión...
... no sé bien dónde, creo que en boca de algún gran chef, escuché un dia decir que la cocina es pasión, la diferencia entre un plato con alma o sin ella. Como pasa también con la fotografía, sin pasión no hay sentimiento,la diferencia entre una foto con alma o sin ella, está en su creador. En este caso, la pasión de Becky se ve en su trabajo y tener la oportunidad de disfrutar de esa pasión es todo un lujo.
Tataki, pizza y helado, la pasión de un cocinero y la de una fotógrafa, con una combinación así el resultado ha de ser el mejor!. Ocho horas de conocimiento bien invertidas, cortas sin duda, pues trabajar con personas así no tiene precio.
Un recuerdo también para su equipo, Miriam, la ayudante de Becky y su compañero, al mando del toque final en el ordenador. Una masterclass recomendable para personas con pasión!. Una foto vale más que mil palabras, así que dejo ya de escribir, creo que las fotografias de este artículo dirán el resto...